domingo, 27 de septiembre de 2015

Ignorado

Ñiaaa

Hoy escribo porque me siento mal... porque soy el último mono en esta casa.

Ya no me llaman ni para darme un capón de música.

Estoy porque tengo que estar y punto, pero nada más.

En el olvido he quedado.

¿Y yo? Ni siquiera me acerco a ellos, porque Bebé se ríe y me suelta un tortazo/pellizco/tirón de rabo, y no estoy dispuesto a admitir ningún maltrato por parte de infante alguno.

Y como yo guardo distancias, ellos también y nadie repara en mi existencia.

Para llamar la atención, he decidido mearme de vez en cuando en la cocina.

El otro día, recién llegado de la calle, ELLA tuvo que fregar mis orines debajo de la pata de la mesa.

Pero eso no fue todo...


¿Soy una víctima o no?

jueves, 17 de septiembre de 2015

Lactante crecido, lactante prolongado, lactante injuriado

Siempre habla un mudo y escucha un sordo.

El otro día, ELLA decidió compartir con Irenota una tierna imagen sobre lactancia materna.

ESTA:


La reacción de la dueña y señora del Pumpas fue:

"Y se deja... qué patético"

Seguida por un "madre mía... si es casi de su tamaño".

Y no contenta con tales ofensas a un infante de cinco meses escasos como lo es el Faruk, asemejó esta situación a "Juego de Tronos". Pero ELLA, que no ve esas cosas, se quedó igual.

Entonces, Irenota la sacó de dudas y le explicó que en dicha serie hay un niño medio odioso que sigue mamando con 10-11 años. A la susodicha le extrañaba que ELLA no lo supiera, porque daba por hecho que las pro-lactancia hasta la menopausia -a estas no las conocemos, ñiaaa- habrían emitido críticas al ser odiosos el niño y la madre.

Yo no entiendo la relación entre un preadolescente mamón y el Faruquín, que sigue siendo un pobre cachorrillo.

Lo más turbio es... que... Salve-el-atún nunca ha tenido leche. Al ir a esterilizarla, MLS lo corroboró. Ni lactancia inducida, ni relactador que valga... ¡lo del Faruk es efecto placebo!

Ñiaaaaaaa


sábado, 12 de septiembre de 2015

Yo también sé de lluvias doradas

Estos están con gastroenteritis. Súper chungos, vaya. 

Bebé cogió el virus y la contagió a ELLA y por último cayó ÉL.

No os recomendaría acercaros a menos de 20 metros cuadrados del baño de mi casa, porque parece que tienen emparedado un cadáver en estado de putrefacción. Que, por otra parte, a ELLA la creo capaz de eso y de más, pero ya sería otro asunto.


El viernes por la mañana, ÉL se levantó, pero tuvo que volver para la cama en estado comatoso. Yo decidí acompañarlo y me acurruqué sobre sus pantorrillas, dentro del edredón. Como le daba calorcito y ELLA no se percataba de nada, ahí me quedé.

Pasó poco rato cuando me entraron unas ganas enormes de vaciar mi dulce vejiguita. Pero claro, hacía frío, llovía... y no me apetecía un cuerno levantarme.

Pude haberme acercado a la terraza -que está en SU habitación- para que me abrieran. O a la puerta entrebierta del cuarto. O, a una mala, haber ido a mear al baño. PERO NO LO HICE. 

Tan cómodo como estaba y sin ni siquiera incorporarme, solté un río de micción, poniendo perdidos SU pijama, SUS pantorrillas, SU sábana bajera, SU colchón último modelo con todas las prestaciones del mercado, SU funda nórdica y SU edredón. 

ELLA, que dormía plácida y profundamente, se despertó al grito de:

-¡Hijo de la gran putaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Todavía no sé cómo sigo en casa, pero la imagen de estos dos frotando desesperados el colchón y poniendo lavadoras enfermísimos a las siete y pico de la mañana no se borra de mi inocente cerebrito.

Y encima, se les rompió el tendal cuando pusieron la carga de ropa de cama a secar.

Y encima, tuvieron que poner otro.

Y encima, a ELLA con todo el lío casi se le quema un bizcocho que tenía en el horno para SU gran amigo Manu.

Y encima y sobreencima, ¡¡¡les llovió esta noche!!! Y vuelta a empezar.

Va a tener que venir Verdeliss a esta casa a enseñarles sus trucos de youtuber vieja.

Ñiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

El Orinoco

Ñiaaa la que se lió ayer... ¡la que se lió!



Resulta que Mapo y yo salimos un rato a la terraza y al  muy inconsciente no se le ocurrió nada mejor que acercarse a la barandilla que da a la calle y mear contra ella. 

A esa misma altura, había puesto un andamio con su respectivo albañil, quien se apartó raudo y veloz, aunque no pudo evitar el baño de su plataforma ni de sus herramientas.

ELLA y ÉL lo presenciaron todo desde dentro de casa y ni uno solo de sus gritos frenó la deblacle.

Así que ELLA salió corriendo hasta la terraza, tropezando en la misma cuando su zapatilla de vacas salió volando y besando el suelo como el Papa cuando fue a Cuba. 

Se levantó con toda la dignidad que pudo -que fue poca- y se dirigió al albañil con el fin de ofrecerle sus disculpas.

El hombre, contra todo pronóstico, las aceptó. Creo que tiene algo que ver que toma a menudo el café en el bar de abajo con ÉL.

ELLA cogió la fregona y se puso a fregar el andamio y a continuación hizo en un caldero una mezcla asquerosa con agua, fregasuelos, lejía y amoniaco y ahora la terraza huele mil veces peor que el pis de toda la familia de Mapo.

¡Vaya bronca que le cayó al muy guarro! Que yo ahí calladito, igual que se calla él cuando la bronca es para mí (algo que pasa diariamente).

Peor fue por la noche... cuando ocurrió algo que os contaré en próximas entregas...